Hace un par de años, cree un personaje para una serie mitológica, el cual se llamaba y se sigue llamando Eloisa. Le dibuje a lo largo de su torso un tatuaje de un dragón verde. Me encantaba aquello, en plan Crying Freeman.
Sufrí un par de decepciones y no me sentí con animo de continuar con aquello. Cambie un par de veces antes de llegar a esta serie o creación. Siempre que tomas y hacer algo nuevo piensas que es nuevo de verdad, pero te sueles equivocar, sin ir mas lejos esta serie es una recreación de otra anterior titulada "LAS CHICAS DE LA TOSCANA" a su vez, cada personaje viene de una serie individual que ya tenían, por lo que nuevo, lo que se dice nuevo no es.
No voy a ponerme a disgregar el origen de cada una de ellas, porque aunque, pudiera parecer interesante, creo que es un coñazo. Lo que si es cierto, e iba a ello, es que todo lo que haces o se te ocurre, abandonas aparentemente, luego viene, te muerde en el culo, te recuerda que esta ahí. Es como un tatuaje, que por mucha ropa que te pongas encima sabes en el fondo que sigue estando dibujado en tu piel.
Como podéis comprobar, la pequeña Aran se ha quedado con aquel tatuaje que tenía Eloisa con todos sus efectos y maldiciones.
Como podéis comprobar comparto con todos vosotros su proceso, pues si hay cosas que se te quedan impresas para siempre, hay un proceso de las mismas. Da igual lo que sea, si amigos o antiguos amores, cuando hay alguien que te marca, también lo hace para toda la vida
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