Caperucita, ¡que colmillos mas grandes tienes!- le dijo el vampiro disfrazado de lobo a la pequeña Aran. A continuación esta le clavo una estaca de fresno en el pecho.-¿ creías te podías disfrazar de El lobo y chuparme la sangre?.- le decía al vampiro el cual ponía muecas de dolor.
Con unos últimos resoples de "vida" le pregunto el vampiro a Aran- ¿cómo has sabido que no era él?- Aran soltó una risotada, se le acerco y con voz muy bajita le confeso-porque el lobo apesta a orín y tu eres demasiado pulcro
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